Brasilia, 26 jun (PL) Michel Temer se convirtió hoy en el primer presidente brasileño en ser denunciado por corrupción, luego que, como era esperado, la Procuraduría General de la República (PGR) presentara la acusación correspondiente ante el Supremo Tribunal Federal.
La denuncia se sustenta en la delación premiada hecha por el propietario del frigorífico JBS, Joesley Batista, quien grabó en marzo último una comprometedora conversación con el titular del Ejecutivo, que dio pie además a la apertura de otras dos investigaciones contra Temer por obstrucción de la justicia y asociación delictiva.
De acuerdo con la acusación enviada por el titular de la PGR, Rodrigo Janot, al ministro de la Corte Supema Edson Fachin, Temer recibió entre marzo y abril pasados por intermedio de su ex asesor Rodrigo Rocha Loures, también denunciado hoy, medio millón de reales en propina de JBS.
Ahora Fachin podrá conceder un plazo de 15 dias a la defensa del inquilino del Palacio de Planalto para manifestarse, antes que la denuncia sea enviada a la Cámara de Diputados que será, en definitiva, la encargada de aceptarla o no.
Inicialmente corresponderá darle su aprobación a la Comisión de Constitución y Justicia de la Cámara baja, un quinto de cuyos 66 integrantes fueron mencionados en las delaciones de ex ejecutivos de la empresa Odebrecht, uno de los blancos principales de la operación Lava Jato, y de la JBS.
De ser aceptada en el colegiado, la denuncia se someterá al análisis del plenario de la Cámara de Diputados y su aprobación requerirá del respaldo de dos tercios (342 legisladores) de sus integrantes.
Según establece el artículo 86 de la Constitución Federal, recordó la Agencia Brasil, admitida la acusación contra el presidente de la República, éste será sometido a juzgamiento ante el Supremo Tribunal Federal, en las infracciones penales comunes, o ante el Senado, en el caso de los delitos de responsabilidad.
Por otra parte, y en su informe final enviado esta tarde a la Suprema Corte, la Policía Federal concluyó que Temer actuó para obstaculizar la justicia al incentivar el pago de sobornos al ex titular de la Cámara baja Eduardo Cunha, a fin de mantenerlo callado en el ámbito de la operación anticorrupción Lava Jato.
El viernes último peritos de la PF negaron que el audio grabado por Batista -en el cual Temer avala comprar el silencio de Cunha, quien cumple una condena de más de 15 años de prisión- sufriera algún tipo de edición y alegaron que las interrupciones detectadas en el mismo son «naturales».